martes, 2 de junio de 2015

LA MALHABLADA. Proposiciones a las que da gusto decir que SÍ.

En otra entrada hablé del impacto en medios de la intervención que realicé para C.A.L.L.E. 2015 (Convocatoria de Arte Libre Lavapiés Emergente), pero el mejor impacto han sido las propuestas que han surgido después.
Esta es una de ellas, la más inesperada y la más gratificante, otra la he contado aquí y otra la puedes leer aquí.

La Malhablada es una casa/edificio dedicado al microteatro que abrió sus puertas hace justo un año.
Gloria, Paz y Sonia rehabilitaron el edificio y apostaron por ofrecer frescura a "La ciudad de saberes" y sobre todo, otra forma de entender la Cultura, más allá de las instituciones.

Ya es visita obligada si vas a Salamanca, está en pleno casco histórico (al lado de la casa de las Conchas) y de Miércoles a Domingo hay sesión continua de microteatro. La programación es mensual y por 3 euros puedes ver un pase exclusivo en alguna de las habitaciones de la casa.
Además se hacen exposiciones, hay otras actividades y talleres y… tiene una cafetería y una maravillosa terraza en la última planta con vistas espectaculares. Chapó!
Con los planes preparados para el verano y unos días reservados para pintar con calma, de nuevo en Su&Si, recibí un mensaje de Gloria, una de las Malhabladas, proponiéndome pintar la puerta de entrada al edificio porque les había encantado el trabajo que realicé en C.A.L.L.E. 
Las fechas para hacerlo eran el 9 y 10 de Junio, durante el festival FaCyL. Era un lástima pero en esas fechas no estaba disponible y hasta Septiembre no iba a estar de vuelta.
Revisamos calendario y, aunque precipitado, en dos días podía irme a Salamanca y pintar antes de partir a Madrid. Era un poco locura, pero eso fue lo que me hizo decir con más razón que SÍ, y que además podía dar la sorpresa a una gran amiga, y aparecer en su cumpleaños, y ver a muchos de los amigos de allí.

Esta vez no tuve tiempo de preparar boceto en dibujo, tuvo que ser directamente digital.
Cuando vi la puerta he de reconocer que pegué un brinco, ¡ya había dicho que sí! Además de preciosa (es la puerta original del edificio) era muy complicada para pintar. Está llena de entradas y salientes y  eso dificultaba el dibujo.
Las chicas me pidieron flores así que, en los primeros bocetos, empecé a colocar flores sobre la puerta pero los relieves me "obligaban" a ordenarlas y, ni me parecía que no representaba lo que había en el interior: frescura, sorpresa… y tampoco me convencía el resultado.
He estudiado y vivido muchos años en Salamanca, conozco muy bien la ciudad y cuando colocaba flores no sentía que fuera lo que allí quería ver. 
He nacido y vivido muchos años en Burgos y es una ciudad bastante verde, siempre en Salamanca he echado de menos ese color, esos espacios donde crezcan los árboles, donde emerja lo natural de forma espontánea.
  
Fotos tomadas en calles de Burgos

Así que una y otra vez me veía colocando elementos verdes en la puerta y dándome cuenta de que lo que echaba de menos en el casco histórico de la ciudad, y lo que veía en esa puerta era frescor, verdor, así que, tiré con el verde.
Presenté dos bocetos cuando llegué y a las chicas les encantó, así que, manos a la obra.

Uno de los montajes está hecho con una fotografía que tomé en el Botánico de Madrid, hojas en forma de corazón y, para que vieran un efecto más similar al acabado, tomé un dibujo que tenía y lo monté varias veces.
     
La intervención
La puerta estaba bastante deteriorada así que tocó espatulado, lijado y lavado antes de ponerme a dibujar. La verdad es que, aunque el trabajo pueda parecer duro, es muy grato "cuidar y mimar" aquello sobre lo que se va a pintar, es un bonito acercamiento, una excelente toma de contacto.
Pasé a dibujar todo lo que iba a ir pintado con un Molotow negro y a rellenar el dibujo con una imprimación todoterreno blanco. Me hubiese gustado comprar el material en Salamanca, en un comercio de la ciudad ya que iba a pinta allí y es para la ciudad, pero por falta de tiempo lo hice en Burgos, en Vallejo, todo un profesional Miguel Ángel.
Hubiese sido menos trabajo cubrir toda la superficie en lugar de sólo lo dibujado pero la idea y el efecto a conseguir era que ese verdor emergiera del interior, de La Malhablada, que atravesara la puerta y se mostrara al exterior.

Fueron dos días y medio pintando, con mucho frío y a ratos mucho sol pero, de nuevo ha sido una experiencia maravillosa pintar en la calle e interactuar con los comerciantes de al lado, con los turistas, con los autóctonos, con los curiosos, con los niños, con los ancianos...
Y de nuevo he podido comprobar que pintar naturaleza produce un efecto positivo inmediato en quién lo ve y muchos se alegran y te lo cuentan.
Me quedo con un niño pequeño emocionado que al ver el verde que se puso a aplaudir y con lo que me dijo un señor al verme pintar las hojas en forma de corazón: "es todo un acto de amor".

La verdad es que yo así lo sentía, pintar es estar en el presente, es estar presente, es darse y dejarse llevar a cada instante, amar es también eso.




***

La proposición de La Malhablada ha sido un regalo y además en doble sentido. Las chicas celebraban su primer año y como autoregalo me encargaron pintar su puerta.
Para mi ha sido un regalo que me ofrecieran su puerta para pintar ¡que gran honor!  y dejar algo en Salamanca, una ciudad en la que hay tanto a lo que quiero.

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